martes, 2 de noviembre de 2010

La Rehabilitación en nuestros días

Las preguntas acerca de la rehabilitación en el mundo de la arquitectura son innumerables, al igual que las líneas que al respecto hay escritas.

Hablaremos de varios conceptos, en los cuales la discusión se tornará compleja, ya que existen argumentos muy aceptables en cualquiera de los criterios tanto a favor como en contra. Entraremos en el tema evitando en lo posible la subjetividad, para ello recurriremos a axiomas lo más universales posibles de modo que el discurso quede lo más estructurado posible.

Dejemos claro antes de nada que en cada una de las situaciones reales que aparezcan en la Rehabilitación hablaremos de arquitectura, de construcción, de estética; pero también de turismo, de principios económicos, de psicología...

¿Intervenir o Demoler? Daremos una respuesta corta y volveremos a ella más adelante para no densificar demasiado. Si el antiguo objeto tiene valor como para mantenerlo, obviamente rehabilitar, si no, dejaremos la decisión en manos del estudio económico. Hablaremos de valor desde varias perspectivas, por ejemplo valor como parte de un todo, quizá cada uno de los edificios de la Gran Vía madrileña no sea por si mismo el edificio más bello del mundo, pero está claro que juntos forman un ente superior de gran belleza, y esto es innegable, y por tanto como tal debe mantenerse.

Sin movernos de esta céntrica calle madrileña, hablaremos del proyecto para un edificio cuyo lema es: “el Primer Edificio del Siglo XXI de la Gran Vía”, simplemente dejaré una frase al respecto, ¿Realmente, hacía falta un edificio del Siglo XXI en esta calle? ¿Alguien lo echaba en falta? Soy arquitecto, creo que cada una de las generaciones debe dejar su impronta en la historia, esa impronta (nos pongamos como nos pongamos) dará pistas y conformará la imagen que sobre nosotros se tendrá en el futuro. Y eso es innegablemente bueno; Hablará de nuestras tecnologías, de nuestras maneras de vivir, de nuestros miedos y obsesiones, nuestras capacidades y limitaciones...

Es decir, neguémonos a vivir con fórmulas del pasado, a defenderlo a capa y espada diciendo que cualquier tiempo pasado fue mejor porque no es cierto, cualquier tiempo pasado fue diferente, y a la vez igual en muchos aspectos, saquemos pecho y construyamos con nuestros propios valores contemporáneos nuestras propias ciudades...

Ahora bien, ¿es necesario dejar esa impronta en un escenario como éste? Que destaca precisamente por esa estética señorial y potente de edificaciones homogéneas del comienzos del siglo XX. Existen miles de calles sin personalidad, miles de solares anónimos que aceptarían encantados al primer edificio del siglo XXI de Madrid, (el edificio que citamos no requiere ninguna condición especial por la que sólo pueda estar ahí, realmente las condiciones son similares a las que se encontraría en cualquier otro lugar). “Es que en la Gran Vía destacará más...” en eso le doy la razón caballero.

Insisto en el tema, alguien podría decir que construir sobre construcciones de valor anteriores se ha hecho a lo largo de toda la historia, una catedral sobre una mezquita, un palacio sobre un viejo cuartel... obviamente esto respondía a una serie de situaciones de contexto. Muchas veces eran operación simbólicas de predominio, otras veces eran simplemente cuestiones funcionales, se aprovechaban ubicaciones disponibles para reconstruir en el espacio liberado al desaparecer las antiguas...

Ahora las condiciones contextuales son distintas, y tenemos la obligación moral de no regirnos tanto por motivos económicos, aunque para ello necesitemos una visión más intervencionista de parte del Estado.

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